HABLAMOS DE SALUD
PRESENTACIÓN DE LA POLÍTICA
El Observatorio de la Salud de la Mujer del Ministerio de Sanidad en colaboración con el Instituto de la Mujer, publica "Hablamos de salud" con el fin de identificar cómo se fija en el discurso sanitario la discriminación de las mujeres. La intención es ofrecer un material de reflexión sobre los propios usos del lenguaje sanitario, así como proponer una serie de alternativas para evitar el uso de un lenguaje sexista en una comunidad profesional volcada en lograr la equidad.
El discurso médico es un discurso autorizado, se produce desde una instancia de prestigio social asumido y bastante poco cuestionado por el conjunto de la sociedad. Dado que tiene poder: el poder de decir y el poder de decidir, también tiene responsabilidad: responsabilidad de lo que está diciendo y de lo que está haciendo al decirlo, de ahí la necesidad de ser analizado.
El sexismo lingüistico es un uso de la lengua discriminando en cuanto que presenta de forma estereotipada y desigual a hombres y mujeres, a veces incluso presenta una imagen de la mujer desvalorizada.
El androcentrismo lingüistico consiste en una serie de fenómenos lingüisticos que toman al hombre como referente universal de modo que invisibilizan o excluyen de los discursos a las mujeres y en caso de aparecer no se les otorga un papel central en el mismo.
En este documento se trata el androcentrismo y el sexismo lingüistico. Para ello se presenta y explica en qué consiste cada uno de ellos, tratando de justificar en cada caso la importancia de evitar su uso. En algunos casos se proponen alternativas de usos de la lengua que ayudan a evitarlos, así como se recomiendan herramientas que ayudarán a analizar y detectar si se está incurriendo en un uso del lenguaje que invisibiliza o desprecia a las mujeres.
ANÁLISIS DE LA POLÍTICA
El lenguaje incluyente y no sexista es una forma de promover relaciones de respeto e igualdad entre géneros, así como prevenir la violencia y discriminación contra cualquier persona.
El lenguaje no tiene porqué ser sexista o discriminatorio, es el empleo que se hace de él el que crea contextos y situaciones donde se invisibiliza a las mujeres y se crean imágenes en las que las mujeres ocupan papeles inferiores respecto de los hombres.
El uso de un lenguaje no sexista:
-Evita términos que ignoren a las mujeres y sus experiencias
- Evita designar a las mujeres como inferiores a los hombres
- Evita presentar a las mujeres de forma estereotípica, sólo realizando roles"típicos", eliminando los roles de género
El uso del lenguaje influye decisivamente en los estereotipos y roles de género, de ahí que desde los distintos ámbitos se esté implantando la necesidad de utilizar el mismo desde una perspectiva de género.
Con esta política se pretende eliminar la desigualdad de género, erradicar los estereotipos y visibilizar a las mujeres en un ámbito tan importante como es el sanitario.
IMPACTO Y RESULTADOS
El uso de un lenguaje no sexista nos beneficia a todos, independientemente de otros factores como edad, sexo, religión o cualquier otra condición. Su uso se trata de un instrumento para conseguir la igualdad real y efectiva.
La implementación de un lenguaje inclusivo tiene múltiples beneficios:
1. Reconocimiento de la diversidad
2. Promoción de la igualdad de género.
3. Combate la discriminación y los estereotipos
4. Fomenta la inclusión social
5. Sensibilización y conciencia sobre la importancia del respeto a la diversidad
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
Aparte de las ventajas que tiene para la sociedad, ya expuestas anteriormente, una de las grandes fortalezas es que no sólo describe los tipos de sexismo lingüistico, propone alternativas de usos de la lengua que ayudan a evitarlos, y recomiendan herramientas que ayudan a analizar y detectar si se está incurriendo en un uso del lenguaje que invisibiliza o desprecia a las mujeres.
Como el lenguaje está vivo, también es importante resaltar que se trata de una herramienta viva y abierta a nuevas propuestas de adecuación, ampliación o modificación a disposición de la comunidad sanitaria.
En cuanto a las debilidades es imposible realizar un seguimiento de que se está llevando a cabo una comunicación adecuada dirigida a los pacientes para garantizar la inclusividad. Por tanto, es una medida que debe ser implementada de forma consciente por los propios profesionales, así como algo a tener en cuenta por los pacientes.
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